¿En qué consiste la prueba?


Una radiografía es una prueba rápida e indolora que genera imágenes de las estructuras internas del cuerpo, en especial de los huesos. Los haces de rayos X pasan a través del cuerpo y se absorben en diferentes cantidades según la densidad del material a través del cual pasan. Se distinguen 5 densidades diferentes
  • Densidad negro: corresponde al aire.
  • Densidad gris: corresponde a la grasa.
  • Densidad blanco/grisácea: corresponde al agua.
  • Densidad blanco: corresponde al calcio (huesos).
  • Densidad metal: es un blanco brillante que corresponde por ejemplo a marcapasos, piercings, etc.
En algunos tipos de radiografías, se introduce un medio de contraste (como yodo o bario) en el cuerpo para poder observar más detalles en las imágenes.
La prueba consiste en exponer aquello que se pretende radiografiar a una fuente de radiación, es decir se emitirán Rayos X a esa parte del cuerpo que se desea observar. Estos, tienen la capacidad de atravesar los tejidos blandos (órganos, músculos, etc.), mientras que son absorbidos por los huesos, del tal manera que se forma la imagen con distintas tonalidades de gris (debido a las diferentes densidades). Normalmente se realizan más de una proyección para asegurarse de un examen completo
En todo momento, el técnico que realiza la prueba le atenderá y le dará las instrucciones precisas. Al terminar la prueba, se le pedirá que espere unos minutos para comprobar que las imágenes se han tomado correctamente y no es necesario repetirlas.
Finalmente el médico radiólogo estudiará su imagen y le informará de los resultados obtenidos.